Regulación y co-regulación en la crianza

La regulación emocional es un proceso fundamental para el bienestar y desarrollo socioemocional de los niños y niñas. A través de la autorregulación, los niños aprenden a manejar y controlar sus reacciones emocionales ante diversos estímulos, lo cual es crucial para su adaptación y éxito social. Sin embargo, este proceso no se da de manera aislada, sino que está profundamente influenciado por la co-regulación, un proceso en el que padres, madres y cuidadores juegan un papel esencial. Pero, ante las exigencias de del día a día y la vorágine de conciliar el tiempo familiar con el trabajo, se nos hace dificil a los mismos padres y madres regularnos.
La co-regulación implica una interacción recíproca en la que adultos y niños gestionan juntos las emociones y comportamientos. Esto se desarrolla principalmente dentro de las relaciones de apego, donde el cuidador responde de manera sintonizada y consistente a las necesidades emocionales del niño. Un entorno emocionalmente seguro y positivo favorece la capacidad del niño para autorregularse en el futuro.
Técnicas de co-regulación como la respiración profunda y el modelado emocional son efectivas para apoyar este proceso. La respiración profunda activa el sistema nervioso parasimpático, lo que permite reducir la ansiedad y promover un estado de calma. Además, cuando los adultos modelan comportamientos calmados en situaciones de estrés, los niños aprenden a gestionar mejor sus propias emociones.
Según un estudio de Zelazo et al. (2016), los niños que experimentan una co-regulación eficaz desarrollan en un 30% más habilidades de autorregulación más tempranas y efectivas. Esto demuestra la importancia de los cuidadores en el desarrollo emocional saludable de los niños y niñas. Esta cifra nos hace reflexionar y recordar ese mítico dicho: "mamás y papás felices, hijos e hijas felices". ¿Cómo está tu bienestar emocional hoy?
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